top of page

Grow Your Vision

¿QUIÉNES SOMOS?

¿Vosotros también tenéis

un abuelo en el tejado?

Aunque la botella no lo cuente, nos encanta que se sepa que bodega Proencia nació porque necesitábamos que el patriarca, Tomás, padre del actual Tomás, se bajase del tejado.

Albañil en plena forma seguía retejando sin problema a los 75 años, hasta que una inspección le hizo ver la conveniencia de que era edad de trabajar en tierra firme.

Así que Tomás hijo, para evitar disgustos mayores, compró viña Seoane y le dio el encargo de irse con dos obreros a hacer una pequeña bodega de guarda en la viña. Esta estaba situada en el mismo sitio en el que hoy tenemos nuestra sala de catas, seguro que uno de los mejores miradores posibles sobre el Cañón del Sil.

Pero los viñedos crean adicción y 'yeyo'  (el del tejado) entre los 75  y los 95 fue todos los días a trabajar a la viña. Sí, a esas de pendientes imposibles, con hasta un 70% de desnivel.

DJI_0442-2.jpg

Somos riquiños, profesionales

y puede que también romanos

Cuenta el escritor Álvaro Cunqueiro que el vino de Amandi viajaba hasta Roma para ser degustado por los Césares.

Está sin demostrar que esto sea del todo cierto, pero en Proencia estamos convencidos de ser romanos.

Nuestras viñas están colgadas sobre el Cañón del Sil, en la zona vitícola de Amandi.

Pero en Ribeira Sacra las bodegas suelen estar alojadas en los pueblos, alejadas  de los viñedos. La  nuestra está en la parroquia de Proendos donde vive toda la familia, y de donde proceden nuestros antepasados al menos hasta que la memoria y los legajos nos aportan datos.

A pocos metros de la bodega está también  la ciudad romana de Proencia,  que actualmente se está excavando y es visitable, así que nosotros estamos convencidos de que en realidad es de ahí, de esa ciudad romana, de la que somos oriundos.

Y esta es la razón por la que nuestro vino se llama PROENCIA

Cuando empiezas ya

no puedes parar

En el año 1.999 la bodega se incorporó al Consello Regulador Ribeira Sacra y cuando Tomás hijo, 'Tomasito', cumplió los 60, siguió los pasos de su padre. Dejó la albañilería y se dedicó 365 días al año a la viña y la bodega.

 

Pero como os decimos, la Ribeira Sacra engancha. Por eso mi hermana y yo estamos en fase de adicción. Detrás viene pisando fuerte y colaborando la 4ª generación.

A nuestro abuelo se le debe el Proencia joven, papá se atrevió con el Proencia barrica, y a la tercera generación, Proencia Terzo.

Proencia Terzo, un vino joven con 3 meses de barrica con el que además de nuestro compromiso medioambiental queremos visibilizar nuestra apuesta por la innovación. Por ello, 30 cm de cada botella se destina a la investigación en economía circular en los viñedos.

Pero nada de esto sería posible sin Ramonita, mamá a la que le ocuparon el pajar para hacer la bodega y que vendió las vacas para hacer en ese espacio la sala de catas y la despensa la de barricas.

Ramonita, que representa a esa mujer gallega que todo lo puede y de la que todo pende. Cuidó a abuelos, crió a hijos y nietos, da los mejores consejos y aún le queda tiempo para ser parte fundamental de la viña y la bodega.

escalada verano.jpg

En Proendos, en menos de medio km cuadrado, además de la ciudad romana de Proencia,  hay restos de mámoas, petroglifos, un cementerio medieval, una iglesia románicas con pinturas góticas...  ¡Y hasta antenas de telefonía!

 

Ya que el primer petroglifo que se usó con fines turísticos está en la finca de la familia de mi padre, quisimos que ese fuese nuestro logo.

Así, cuando tengáis una botella de Proencia, podréis beber el resultado de todo un año de trabajo de nuestra familia, mientras os acercáis a  nuestra intrahistoria.

Somos Proencia, una familia orgullosa de un rural

que queremos compartir con vosotros

¡BRINDEMOS!

bottom of page